El diamante es una de las piedras preciosas más famosas en el mundo entero y como no, tiene propiedades fantásticas, entre las que se encuentra su dureza; no hay nada que iguale y mucho menos que supere, la dureza del diamante. Por poner un ejemplo, su dureza a la hora de tallarse es unas 140 veces la de las piedras preciosas que lo siguen en dureza (rubí y zafiro). Su tallado con otros diamantes o polvo de diamante es posible gracias a que la dureza de estos varía según la cara. Cabe destacar que dureza no es equivalente a fragilidad, de hecho, debido a la perfecta exfoliación de sus caras hay que tener cuidado de golpearlo y a la hora de engarzarlo. Como piedra preciosa, tiene un típico brillo, una serie de efectos ópticos al observarlo y una rareza que lo convierten en el rey de las piedras preciosas.
Generalmente insensible a los reactivos químicos, si que puede ser corroído debido a altas temperaturas y aunque hay distintas variedades con algunos cambios en las propiedades (de hecho el experto suele distinguir entre Ia, Ib, IIa, IIb) no es importante a la hora de su comercio en joyería, más bien es una utilidad más utilizada por el experto para su tallado y su distinción frente a un diamante sintético.
YACIMIENTOS Y EXTRACCIÓN
Al principio, los diamantes se extraían por lavado de placeres (se conoce así al tipo de yacimiento formado por la concentración de minerales en el curso de ríos, torrentes, playas debido a que han sido removidos de su lugar de origen, el yacimiento primario y por sus características como la densidad, se han agrupado entorno a estas áreas). Más tarde se descubrieron los primeros yacimientos primarios (chimeneas volcánicas rellenas de roca madre diamantífera, kimberlita normalmente).
En resumen, los diamantes son formados a grandes profundidades (de 150 km en adelante), a muy altas temperaturas y a muy altas presiones. Surge una erupción volcánica y son expulsados junto con el magma a la superficie terrestre. Con el tiempo, la chimenea del volcán sufre erosión que provoca la pérdida de altura de esta y con ello su mayor accesibilidad e incluso provocando el reblandecimiento de la roca madre y su transporte a otra zona como puede ser el curso de un río (yacimiento secundario).


Su extracción a partir de la roca madre requiere un gran despliegue de maquinaria, empezando por la separación de los diamantes mediante diferentes procesos. Los países que actualmente proveen al mundo de diamantes están a lo largo y ancho del mundo; en África: Botswana, Sudáfrica, Angola, R. D. del Congo, Namibia, Sierra Leona, R. Centroafricana y Guinea. En Asia: Rusia (actualmente la primera productora) y China. En América: Brasil, Venezuela y Canadá. Y por último Australia con dos minas importantes: Argyle y Merlin.
VALORACIÓN Y CLASIFICACIÓN DE DIAMANTES
Los diamantes se clasifican en el mundo de la joyería según forma, calidad, color y peso. De hecho, aproximadamente un 20% de diamantes son aptos para su uso en joyería, el resto se destina a un uso industrial. A nosotros nos interesa el diamante tallados en facetas, puesto que con ellas se consigue su máximo esplendor como piedra preciosa y para estos diamantes se tienen en cuenta detalles como color, pureza, talla y peso; también conocidas como las cuatro c (por su terminología en inglés). Todas estos detalles deben ser supervisados, clasificados y graduados por un gemólogo experto.
Gradación por color:
Existen diamantes de todos los colores, aunque son los tonos amarillentos los más frecuentes y se gradúan junto con los incoloros (variando su precio donde a más incoloro, más alto es su valor). Por otro lado existen colores más raros, llamados colores de fantasía (verde, rojo, azul, púrpura, pardo, amarillo y negro) que son valorados individualmente y alcanzan precios muy altos.

Gradación de pureza:
Se entiende por pureza a la calidad externa e interna de la piedra. Minerales incluidos, fenómenos de crecimiento e incluso grietas disminuyen su pureza. Estas ‘impurezas’ son conocidas como inclusiones y deben ser clasificadas utilizando para ello una lupa de 10 aumentos, a mayor nivel de lupa no se tiene en cuenta en su gradación.

Gradación según la talla:
Existen distintos tipos de talla para los diamantes, pero la más común es la talla brillante.
Para su gradación se considera forma, tipo, proporciones, simetría y sus características externas.
Muy Bueno (Very good): Brillo excelente. Pocas marcas externas o insignificantes. Muy buenas proporciones.
Bueno (Good): Brillo bueno. Algunas marcas. Proporciones con alguna anomalía.
Medio (Medium): Brillo disminuido. Varias marcas externas grandes. Proporciones con anomalías considerables.
Escaso (Poor): Brillo muy disminuido. Marcas grandes y abundantes. Proporciones con anomalías muy claras.
En ESTAMAY JOYEROS consideramos que la calidad general de un diamante es primordial y por ello, salvo que el cliente personalmente así lo desee, poseemos y montamos diamantes con una calidad muy alta tanto en color, pureza y talla totalmente certificados por nuestra gemóloga experta Mayte Malavia Ferrando.
TALLA DEL DIAMANTE
Los diamantes pueden ser tallados de distintas formas para aprovechar al máximo sus características (este paso es decidido por el lapidador) aunque los más comunes son los talla redonda o brillante, no obstante pueden encontrarse las siguientes tallas:

DIAMANTES SINTÉTICOS, IMITACIONES Y TRATADOS.
El hecho de que el diamante se pueda confundir externamente con muchas piedras preciosas conduce al engaño en operaciones comerciales poco claras donde tiende a montarse o venderse piedras semejantes a simple vista al diamante (circonita, circón, moussonita, zafiros) como si fuera un diamante de verdad y por supuesto, con el precio de uno de estos. Por supuesto, ninguna de estas piedras tienen las características que hacen único al diamante (desde dureza a refracción de la luz, pasando por propiedades tales como su perfección en el tallaje) aunque en la mayoría de los casos solo son detectables por un gemólogo.
Respecto a los diamantes sintéticos, hay una cantidad creciente de este tipo de diamantes, llegando a haber empresas que sólo venden este tipo de diamantes en el mundo. Son altamente difíciles de detectar y se necesita ser un experto para ello.
Por otro lado, existen diamantes naturales que han sido tratados mediante diferentes técnicas para mejorar su color y con ello alcanzar un mayor valor en el mercado; suele darse mucho en los diamantes de colores para hacerlos más bonitos visualmente.
En ESTAMAY JOYEROS podrá comprar con total seguridad en todo momento pues solamente vendemos diamantes naturales y aquellas piedras preciosas o no que puedan localizarse en una joya, son perfectamente indicadas para que el cliente se sienta cómodo y seguro en su compra.